Ya transcurrieron 41 años de mi vida, y otra vez me toca ver el caos. Entonces surgen las angustias, las miradas al cielo suspirando, el no saber a quién echarle la culpa y más. Dentro de la lógica, hoy sería aumentemos todo un 25% y sigamos adelante, pero NO acá viene parte del problema que nunca queremos asumir. Nosotros, sí, todos nosotros somos los responsables de nuestras amarguras, tristezas, y la debacle que se genera en este país todos los días.

Si a las cosas simples las vamos a complicar, esto no se termina nunca; y no me da pena por mí, sino por nuestros hijos y lo que les estamos enseñando e inculcando. Muchos son los irracionales que le tiran culpas a una generación que no trabaja y nunca va a trabajar por los planes, pero hay otra generación de esta sociedad que solo enseña las cosas malas y las picardías de tonto que se pueden cometer en este bendito país, cosas que ni en sueños se les ocurriría hacer en otro lugar, pero acá todos se animan a todo.

Esto nunca va a acabar si nosotros no terminamos con la joda, y tengo 1 mes entero para describir en la joda que vive y hacemos vivir a esta población de nuestra nación argentina.

Ahora todo el mundo se pregunta cómo Milei ganó estas elecciones, pero ¿nadie interpela por qué? Hoy tenemos más de 25 millones de personas que la están pasando muy mal, entonces lógicamente van a ir descartando candidatos hasta que alguno les brinde una solución, acá aparece Milei que seguramente sea el candidato más votado en la próxima elección de octubre.

Pero no quiero detenerme en hablar de política, lo que me sería muy fácil y resulta facilísimo para todos, ya que no hay mejor manera de sacarse el lazo que el de tirar la culpa a otro y no hacer un mea culpa.

Cada uno que esté leyendo este articulo diga esta frase al despertarse todos los días “voy a tratar al prójimo como me gustaría que él me trate a mi” y verán que hay una argentina mejor a la vuelta de la esquina.

No pido utopías, ni mucho menos que seamos la Madre Teresa. Solo que seamos realistas, que si hacemos un negocio ganemos plata, pero no que pongamos condiciones que solo nos benefician en detrimento del otro, porque esto se traslada de manera piramidal y nos trae nuevamente al primer casillero donde el que nos venda a nosotros nos va a aplicar la misma regla maliciosa con la que nos queremos abusar del libre mercado, de la oferta y la demanda.

Todos somos dueños de esta realidad y cada uno está sumando un granito de arena para que a todos nos vaya mal, y en ese mal nuestros hijos se van del país, nuestros jubilados están en la absoluta pobreza, todo el tejido social se va deteriorando hasta un lugar donde ya no haya salida.

Tomemos noción que esto nos pasa a todos y no podemos escapar de esta situación, irnos todos del país, vivir en una isla. Seamos empáticos con el otro y quizá podamos irnos de este mundo habiendo sumado nuestro granito de arena y con nuestros hijos abrazados a nuestro lado y no en otro país llorando a la distancia, nadie merece partir en la absoluta soledad.