

El Domingo a las 7 de la mañana María de los Angeles y una compañera de trabajo pasaron por el bar donde trabajan, en Nueva Córdoba, a buscar las pertenencias que habían dejado cuando terminaron su turno para ir a un boliche. Y fue en ese momento cuando fueron abordadas por desconocidos, que llegaron en dos motos, y a fuerza de golpes lograron robarle el celular.
Lo increíble es que después de robarle a María de los Angeles, los mismos delincuentes cruzan la vereda e intentan robar a otros chicos, entre los cuales había otro monteoquino, que por fortuna logran huir y evitar el robo.
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