Tristemente no es la primera vez que esa garita nos trae dolores de cabeza a quienes transitamos el tramo de la RP28S en el tramo que sirve de acceso a Montes de Oca.
Es realmente increíble, ver que el final de ese trayecto termina en un cruce en T, y la trayectoria de la ruta finaliza con una muy poco amigable construcción de ladrillos, hormigón, y detrás un profundo zanjón que imagino servirá de protección ¿al terraplén del ferrocarril?
“¡Es una obra hídrica!” me dirán, rápidos, muchos conocedores de la zona, y “¡la garita es para proteger a los viajeros que deben esperar el colectivo!” me dirán otros habitués del lugar, lo tomo desde luego.
Ahora, repregunto, ¿es incompatible con hacer obras que morigeren cualquier tipo de accidente que pueda darse en una ruta que termina de un centímetro para el otro? Porque independientemente de la causa del accidente; descompostura, distracción, problema mecánico, baja visibilidad, lo que sea; una construcción de ladrillos, y un zanjón de tres metros a continuación no ayuda en nada.
Así que vamos de nuevo; "che, Vialidad Nacional, ¿y si corremos la garita un poco?"
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